Introducción: El apego emocional

 Podemos afirmar que el apego afectivo se encuentra unido a nosotros desde nuestro nacimiento. Utilizamos eso que llamamos "apego" para sobrevivir, como fuente de necesidad mientras somos bebés, puesto que al ser indefensos deben protegernos nuestros padres. Y ese vínculo/unión se va alargando hasta nuestros días de adultos.

No podemos discutir que los seres humanos somos seres "amigables" y necesitamos del prójimo para vivir, avanzar y desarrollarnos como persona. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la necesidad de alguien para nuestra supervivencia y la dependencia (neurótica) con la que acabamos finalizando de adultos. 

Como nos explica Walter Riso: "Apego es ese vínculo obsesivo que establece una persona con una idea, cosa, actividad o persona pensando que te va a ser feliz".

Según este psicólogo, el apego es la principal causa de sufrimiento de los seres humanos a nivel psicológico. Estas personas pierden la libertad/autonomía, puesto que creen que si no tienen el objeto de su obsesión no son nada ni serán felices. Y muchas veces, la causa del desarrollo del apego es la falta de madurez emocional, que provoca la dependencia de "otra cosa"/ "otra persona" para autorrealizarse.

¿Cómo ocurre este desarrollo? Podemos analizar la infancia de esta persona; su desarrollo infantil destapa muchas incógnitas. Podemos dar dos opciones, la madre sobreprotege a sus hijos, con lo cual crea una dependencia de éstos hacia otros ya que no saben resolver sus propios problemas. O se resulta de la poca atención de la madre hacia el hijo, con lo cual creará a un adulto que buscará ese afecto en otras personas ya que no lo obtuvo de quien debía.

Sea cual sea la situación, creará una sensación de vacío afectivo que angustiará a la persona cada vez que se encuentre en una situación a solas o toma de decisiones.

En definitiva, sabremos que un adulto siente apego hacia algo o alguien cuando sienta miedo constante de abandono, basa su felicidad en su relación de pareja y la seguridad artificial que ésta le crea (denominado apego ansioso), pareciera que lo que hacen y sienten no se halla en sintonía, con su actitud suelen confundir a su pareja en cuanto a lo que sienten y cuando la pareja muestra dependencia emocional hacia ellos suelen sentirse asfixiados e incómodos (apego desorganizado).

"Si consideras que algún deseo, sueño o meta es imprescindible, necesario, imperioso y/o determinante para tu existencia psicológica o emocional, es muy probable que te apegues a él con toda la fuerza posible." Walter Riso en Desapegarse sin anestesia.

Entonces: lo que define el apego no es tanto el deseo sino la incapacidad de renunciar a él en el momento oportuno, y podríamos decir que tal renuncia debe llevarse a cabo si el vínculo resulta dañino para la salud mental y/o el bienestar personal, del mundo y de la gente que nos rodea.

Eva Lermas Fernández

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