Confesión

Siempre pensé que lo nuestro no funcionaba por las trabas que nos envolvían: "Si no fuera por..."

Esta frase ha acabado siendo una frase hecha con la que excusar que nunca acabaríamos juntos. ¡Qué obvio! Y qué tonta yo, a su vez, de no haberme dado cuenta antes.

Cuando te conocí me gustaste. Sin mirar más, tu personalidad había entrado en mí como una ola de aire fresco.

 En un lugar donde todos mienten y repiten una y otra vez lo mismo; donde te regalan el oído para conseguir su propósito, existen personas que realmente eran sinceras.

Y ahí estabas tú. Sonriente y sincerándote conmigo desde el primer día. ¿Quién no desea eso?

Ya sabía que tenías pareja, por eso nunca propuse ni tuve la intención de nada. Tú, por tu parte, me decías que la respetabas.

Claro, ¿cómo iba a fijarse en mí un chico como tú?

Hablando de frases hechas, esta última era la que más me repetía. La que más vueltas daba en mi alocaba cabeza.

Y nuestra amistad fue alargándose y fortaleciéndose. Me encantaban nuestros días de café, o simplemente las risas de 5 minutos cuando coincidíamos en la calle.

Pero, obviamente, había un largo trecho entre nosotros. Nunca podríamos estar juntos porque tú tenías pareja. Y aunque no la tuvieras yo no estaba a tu altura; de tus logros, de tu trabajo, de tu bienestar...

¿Y si no la tuvieras? Suponía que ahí sería diferente. Quizás podría verme como alguien especial si su mirada no la tuviera enfocada en otra chica. Además, me centré en mejorar, en conseguir una mejor versión de mí misma. 

Hasta que un día me confesó que, si no fuera por ella, querría haberme conocido. Que le atraía y se llevaba muy bien conmigo. 

Yo, idiota, le respeté en todo momento. Pero esa confesión me hizo tener esperanzas... en que si algún día volvía a estar soltero, tendría la oportunidad de tenerle.

Qué ilusa. ¿En realidad pensaba que tenía posibilidades? Puesto que, una vez soltero, no he notado ninguna diferencia en su comportamiento hacia mí. Todo habían sido palabras que se borraban como la brisa.

Quizás era buen orador. Claro está... ¿Cómo un chico como él podría fijarse en una chica como yo? 

¿Pero sabéis qué? Que gracias a las mejoras conseguidas, a las metas logradas. Al amor propio que me he generado por intentar gustarle a él. He acabado por quererme a mí misma. 

Así pues, ¿tan poco me valoro si me sigo realizando la misma pregunta de antes? 

Mi cabeza estaba serena. Nosotros no acabaríamos juntos porque él no me quería, pero yo sí. 

¿Cómo puede fijarse una chica como yo en un chico como él?