El fin de una lucha
21/1/2010
Creía
que había hallado la felicidad hasta que los encontré. Un abismo aparecía ante
mí constantemente, provocando espirales internos. Vértigos… dolor de cabeza…
¿estrés? Estos síntomas eran habituales en mi persona, en mi salud. Sabía que estaba
enferma. Sabía que poco a poco todo se iría al garete. Sabía, ante todo, que
tendría que estar medicándome de por vida. Y todas estas sensaciones me
provocaban angustia, malestar. Me sentía entristecida… Abandonada por todos a
los que consideraba amistades. Comencé mi encierro interno, creyendo que así
huiría de todas estas emociones. Pero las huellas se apoderaban de mí,
recordando vidas pasadas. Recordando todos los momentos fantásticos que viví
junto a estas personas.
Estaba
claro que acabaría abandonando esta vida, tarde o temprano, como lo habían
hecho mis abuelos, mis antepasados... La vida era así, rápida, concisa e
inexplicable. Y debía vivirla al máximo.
No
sabía cuánto tiempo me quedaba; el cáncer que me detectaron hace unos meses
parecía que avanzaba a gran velocidad. ¿Podría, en realidad, disfrutar de los
pocos meses que me quedaban?
25/2/2010
Ya
ha pasado un mes desde que escribí la última vez. La quimioerapia no ha
funcionado, parece que se resiste, activamente, a desaparecer de mi cuerpo.
Pero sigo teniendo esperanzas… Personas a las que creía haber perdido están a
mi lado. ¿Seguirán estando cuando acabe la recta final? No lo sé… Solo puedo
decir que debo disfrutar el día a día y esperar. Una larga espera que no sé
cuándo acabará. ¿Tendré una segunda oportunidad?
30/4/2010
Creo
que debo considerar comenzar con una nueva terapia, una más natural. Me han
comentado que la dieta es muy importante para mi recuperación. ¿Será eso
verdad? Puedo intentarlo. Tampoco me cuesta nada… solo unos cuantos días, una
simple pérdida que quizás mejore mi salud. Tengo tantos sueños que cumplir…
tanto que vivir… ¿Por qué me ha ocurrido esto a mí?
26/6/2010
Parece
que mi nueva vida ha dado fruto a nuevas esperanzas en mi salud. Puedo
considerar que he aprovechado el tiempo, cada momento de mi ser ha disfrutado
de un futuro que quizás no disfrute, ¿o sí? En cualquier caso, creo que debería
acabar aquí. Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá. No puedo luchar contra un
destino impuesto por la naturaleza. Aun así, sigo teniendo esperanzas de mi
mejoría.
Este
es el diario de una lucha, que quizás gane o no, pero plasma una valentía, una
decisión por mejorar, unas ganas de vivir. Todo aquel que lo lea será
recompensado con mi positividad, con mi fuerza, y sobre todo con mi alma.
Aquí
se cierra un capítulo de mi vida. Aquí acabará una triste historia para dar
comienzo a una llena de alegría y bienaventuranza.
Lara Evems
Comentarios
Publicar un comentario