Una rutina mecanizada
Es tan difícil despedirse
de alguien…
A veces creemos que
nuestra vida va más allá de las opiniones de otros. Sin embargo, una simple
crítica de la persona que quieres hará que reflexiones sobre tus metas, tus
objetivos. ¿Cómo puede ser tan duro aceptar una opinión de alguien cercano?
Estamos en lo cierto cuando se comenta que tus familiares sólo quieren lo mejor
para ti, y por eso el que sean más críticos. Quieren tu perfección, desean tu
bienestar. Pero… ¿y si tú no quieres ser perfecto?
Hemos estado
evolucionando a lo largo de nuestra vida de una manera distinta a la que
deseamos; una actitud que nos implanta la sociedad, la tradición española, por
así decirlo. Y nosotros, obedientes como ovejas al pastor, caminamos por ese
camino que no hemos elegido voluntariamente. ¿Somos tan simples, que acatamos
las órdenes sin rechistar?
No creía que esto fuera
cierto hasta que llegas a una edad donde todo tu alrededor se encuentra
mecanizado y abstraído por la tradición, por conseguir algo que le han impuesto
desde mucho antes de nacer. No existe la naturalidad ni la valentía de realizar
un esfuerzo por voluntad propia. Nos hablamos miserablemente, pisando el pie
ajeno solo por elevarnos un par de centímetros más. Y ahora, a causa de las
nuevas tecnologías, el breve tiempo que teníamos de libertad y comunicación ha
dado paso a conversaciones monótonas, peleas y confusiones sin sentido por
mostrar una actitud desinteresada.
Todo pasa por algo,
supongo. Pero, sinceramente, espero que nuestra sociedad cambie a favor de una
libertad abierta y no por una falsa libertad que nos oculta las preciosas
verdades del mundo; que nos obliga a elegir entre unas personas y otras. Una
tradición llena de prejuicios y de maldades. Espero que evolucionemos a una
vida más natural y cercana, y no a una rutina mecanizada.
PD: Recomiendo esta interesante y reveladora lectura de Aldous Huxley, Un mundo feliz.
Lara Evems
Comentarios
Publicar un comentario