Lulú
Su
mirada me produjo más sensaciones de las que creía sentir. Nunca había visto y
experimentado nada parecido. Esos ojos color caramelo tan grandiosos, tan
suplicantes y llenos de cariño. Me atraparon en el instante en que nuestras
miradas se enlazaron en aquel momento. Me atrajeron rápidamente, dotándome de
tristeza, melancolía. ¿No había sido mi mejor amiga durante todos estos años?
Cuidándome, protegiéndome, animándome. Y sus ojos, tan brillantes, me
suplicaron clemencia; una última oportunidad.
Tomé
la mejor decisión de mi vida. Mi perrita, a la que había adoptado años atrás,
no sería abandonada otra vez.
Lara Evems
Comentarios
Publicar un comentario