Una Navidad continua
Deseando que las fiestas de Navidad llegaran, comprendí que, en realidad, tales celebraciones siempre se encuentran a lo largo de nuestras vidas. Una comida con tu familia puede realizarse en cualquier momento, al igual que los regalos; o simplemente un abrazo a la persona que lo desees.
Una mínima muestra de afecto puede alargar la vida de alguien sin darse cuenta. Debemos comprender que la vida no tiene que encontrarse llena de formalismos y materialismos. Cuando alguien se merece tu cariño, dárselo; cuando debáis reunirse para comer o cenar, hacedlo; cuando sintáis la felicidad de estar con esa persona tan apreciada, hacérselo saber.
Porque la vida no es fácil. Es muy corta, y debéis vivirla al máximo con la mayor alegría posible. En este recorrido tan largo y sinuoso, la soledad no es una opción...
Cuando la sociedad comprenda que la Felicidad se encuentra en una Navidad diaria, en el respeto mutuo, la prosperidad vendrá a nosotros.
Lara Evems
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